El Gateway Pundit informó hoy que Joe Biden realizó un viaje inesperado a Walter Reed para una revisión médica. El ocupante de la Casa Blanca afirmó que se publicaría un «resumen escrito» más tarde.
La salud deteriorada de Biden ha sido particularmente examinada desde que el abogado especial Robert Hur publicó una evaluación devastadora en su informe sobre la investigación de documentos clasificados robados de Biden a principios de este mes. Describió a Biden como un «hombre mayor con mala memoria» después de horas de interrogatorio.
Como en años anteriores, el Dr. Kevin O’Connor fue el encargado de «evaluar» al octogenario de 81 años. Pero en lugar de realizar un examen realmente independiente y honesto, O’Connor decidió engañar al público en su carta escrita anunciando los resultados.
A pesar de las evidentes dificultades físicas de Biden, O’Connor concluyó que está «apto para el cargo y cumple plenamente con todas sus responsabilidades sin ninguna excepción o adaptación». El doctor declaró que Biden «se siente bien, y el examen físico de este año no identifica nuevas preocupaciones». O’Connor también dijo que el examen de este año incluyó consultas con varios Consultores Especializados Presidenciales que «concordaron» con sus conclusiones.
Es importante destacar que el examen NO incluyó una prueba de evaluación cognitiva. La Casa Blanca probablemente tenía miedo de los resultados, sabiendo que condenarían la candidatura de reelección de Biden de forma definitiva.
Más allá de sus evidentes limitaciones mentales, Biden ha tenido una variedad de dolencias físicas. En 2021, se sometió a una colonoscopia en la que se identificó y se extrajo un pólipo de 3 milímetros de apariencia benigna. El informe también reconoció la marcha rigida de Joe Biden (que ha empeorado), tos persistente y aclaración crónica de la garganta.
En 1988, Biden tuvo una cirugía para reparar dos aneurismas cerebrales, uno de los cuales se rompió.
Un gran número de estadounidenses, incluso demócratas, han expresado profunda preocupación por la salud de Biden y si debería intentar quedarse otros cuatro años en el cargo.
Pero la Casa Blanca no le importa y está dispuesta a arriesgar la posibilidad de una muerte en la Oficina Oval para preservar el poder político.
