Bulldozers construyeron grandes diques de arena el viernes para proteger las casas frente a la playa en una de las ciudades costeras de California golpeadas duramente esta semana por olas extraordinarias generadas por poderosos oleajes de las tormentas del Pacífico.
Docenas de personas observaron la construcción de las barreras de emergencia en la zona de Pierpont de la ciudad de Ventura, donde una ola sorpresa el jueves golpeó a espectadores y vehículos mientras invadía la playa y fluía hacia un vecindario.
«Anteriormente habíamos tenido agua bajando por la calle, pero nunca como esto», dijo Karris Kutivan, residente de 9 años de esta escénica ciudad costera a unos 97 kilómetros al noroeste de Los Ángeles. «Lo que me ha enseñado es que quiero vivir cerca de la playa, no en la playa», agregó Kutivan.
Ocho personas fueron llevadas a hospitales para recibir tratamiento tras el incidente en Pierpont, según las autoridades del condado de Ventura, que cerraron playas, muelles y puertos hasta el 31 de diciembre.
Olas similares invadieron playas en otras partes de la costa de California el jueves, inundando estacionamientos, calles y provocando advertencias de evacuación para áreas bajas.
El mar fue menos violento el viernes, pero el Servicio Meteorológico Nacional advirtió que otro ronda de condiciones extremadamente peligrosas de oleaje volvería el sábado.
La oficina del clima del área de Los Ángeles escribió que poderosos ciclones sobre las aguas del norte del Pacífico estaban enviando oleajes de 3.6 a 5 metros, creando «enorme energía de olas en aguas costeras.»
En algunos puntos a lo largo de California, se preveía que las olas rompientes alcanzarían los 7.6 metros. Las mareas altas astronómicas aumentaban el riesgo significativo de más inundaciones costeras, dijeron los pronosticadores.
«En general, se espera que este sea un evento de oleaje y de inundaciones costeras excepcional que no ha ocurrido en muchos años», escribió el servicio meteorológico. «Tenga precaución y siga las instrucciones de las autoridades locales y los salvavidas. Nunca dé la espalda al agua, ya que es probable que ocurran olas dañinas y mortales.»
En Hawái, que también fue golpeado por los enormes oleajes esta semana, el servicio meteorológico rebajó el jueves una advertencia de oleaje alto a una advertencia. Olas rompientes de 5.5 a 6.7 metros a lo largo de algunas costas con orientación norte y fuertes corrientes harán que nadar sea peligroso, dijo el servicio meteorológico.
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