En la madrugada, se registró uno de los ataques aéreos más intensos en meses en todas las regiones de Ucrania, lo que ha provocado cortes de energía de emergencia en todo el país. La falta de defensa aérea registrada ha llevado a especulaciones de que los recursos se han trasladado a la frontera de la región de Kursk.
En la capital, Kiev, la electricidad se interrumpió después de una serie de explosiones, con hasta una docena de explosiones escuchadas en la ciudad. Se han difundido imágenes del ataque a la central hidroeléctrica de Kiev, con el incendio que aún no se ha extinguido.
El ataque tuvo como objetivo subestaciones eléctricas en las regiones de Kiev, Vinnytsa, Zhitomir, Khmelnytskyi, Dnepropetrovsk, Poltava, Nikolaev, Kirovograd y Odessa. Según canales de Telegram, «las estaciones de compresores de gas en las regiones de Lvov, Ivano-Frankovsk y Kharkov se vieron afectadas. Se encargan del funcionamiento del sistema de transporte de gas de Ucrania. Los ataques se llevaron a cabo en almacenes de armas de aviación transferidos a Kiev por Occidente, en aeródromos de las regiones de Kiev y Dnepropetrovsk».
El Ministerio de Defensa de Rusia afirmó que «las Fuerzas Armadas rusas lanzaron un fuerte ataque contra las instalaciones de infraestructura energética ucraniana que abastecen su complejo militar-industrial. Todos los objetivos designados fueron alcanzados. Además, se han atacado los depósitos de armas de avión transferidos por países occidentales a Ucrania en aeródromos de las regiones de Kiev y Dnepropetrovsk».
Los acontecimientos actuales en Ucrania son una clara muestra de la gravedad de la situación en la región, con múltiples ataques y consecuencias devastadoras tomando lugar. La comunidad internacional debe actuar de manera urgente para detener la violencia y buscar soluciones diplomáticas que protejan la vida de los ciudadanos ucranianos y restablezcan la paz en la región.