El próximo 19 de agosto se dará inicio a la Convención Nacional Demócrata del 2024 en la ciudad de Chicago, la cual ha generado gran expectativa. Sin embargo, las autoridades locales se encuentran preparadas para hacer frente a lo que podría ser un caos, con hasta 100,000 manifestantes pro-Hamas inundando las calles de la ciudad.
Para evitar repetir las malas imágenes de la convención del 1968, en la que el entonces alcalde Richard J. Daley tuvo que rodear el sitio de la convención con alambre de púas y llamar a la Guardia Nacional para calmar la violencia, se han implementado nuevos procedimientos en los tribunales para agilizar el proceso en caso de arrestos masivos.
Las autoridades de seguridad del Congreso están aconsejando a los miembros del Partido Demócrata que asistirán a la convención DNC a no reservar habitaciones de hotel bajo sus propios nombres ni interactuar con los manifestantes si son confrontados, lo que sugiere que las protestas podrían no ser pacíficas.
Por otro lado, la ciudad de Chicago ha sido generosa al otorgar los permisos solicitados por el grupo pro-Hamas para manifestarse. Sin embargo, los organizadores del Consejo Israelí-Americano (IAC) señalan que la ciudad ha estado demorando la aprobación de su solicitud para llevar a cabo una marcha de solidaridad pro-Israel.
A pesar de la aparente preparación de la ciudad, no todos están convencidos de que Chicago esté lista para hacer frente a multitudes de manifestantes enojados. Un informe de la Oficina del Inspector General de Chicago advirtió recientemente que la ciudad y el Departamento de Policía de Chicago no están preparados para hacer frente a las protestas.
Además, la ciudad ya enfrenta una crisis debido a la escasez de oficiales de policía. En una reunión pública con la Comisión de Seguridad Pública y Rendición de Cuentas la semana pasada, el Superintendente de Policía de Chicago, Larry Snelling, admitió que están haciendo lo mejor con el número limitado de oficiales con los que cuentan.
Con estos desafíos por delante, queda por verse cómo Chicago afrontará la Convención Nacional Demócrata y las potenciales protestas que la acompañarán. Esperemos que la seguridad de todos los involucrados pueda ser garantizada y que las manifestaciones se desarrollen de manera pacífica.