Un proyecto de ley que prohibiría TikTok en los Estados Unidos, a menos que su propietario chino venda la mayor parte de él, fue aprobado por el Senado y firmado por el presidente Biden el miércoles. Poco después de que Biden firmara el proyecto de ley, el CEO de TikTok Shou Zi Chew publicó un video instando a los espectadores a «estar tranquilos, no nos vamos a ningún lado», agregando que confía en que TikTok ganará en un desafío judicial. ByteDance dijo el jueves en Toutiao, un servicio de redes sociales chino que posee, que «no tiene planes de vender TikTok».
La nueva ley llega después de años de intentos de prohibir la plataforma de videos cortos enormemente popular, incluido por el ex presidente Trump, por motivos de seguridad nacional. Pero un experto en leyes digitales dijo que Estados Unidos no ha proporcionado evidencia para respaldar sus afirmaciones, y cree que la prohibición es inconstitucional.
El proyecto de ley requiere que la empresa matriz de TikTok con sede en Beijing, ByteDance, venda la mayoría de la empresa en un plazo de nueve meses, con tres meses más posibles si hay una venta en proceso. Si no lo hace, la aplicación será prohibida. Sin embargo, a medida que se avecinan los desafíos legales, el plazo podría extenderse durante años.
Además de ser una gran molestia para sus 170 millones de usuarios estadounidenses, una prohibición de TikTok podría considerarse inconstitucional y una violación de la libertad de expresión tanto de sus usuarios como del propietario de la plataforma, según Anupam Chander, un profesor de regulación global de nuevas tecnologías en la Universidad de Georgetown.
Mecanismos alternativos, como la creación de un estándar nacional de leyes de privacidad de datos que se apliquen a todas las empresas que operan en Estados Unidos, podrían proteger mejor a los estadounidenses. Sin embargo, elaborar y aprobar una ley de este tipo sería complicado.
Si una prohibición de TikTok en EEUU se materializa, podría servir como un modelo en otras partes del mundo, especialmente en países que han criticado a las aplicaciones estadounidenses por violar sus leyes internas. Los gobiernos podrían afirmar que ahora Estados Unidos reconoce los «peligros de las aplicaciones extranjeras» y exigir sus propias demandas para obligar a ser dueños de aplicaciones estadounidenses.
