Matthew McConaughey y Camila Alves están abriendo su familia sobre su decisión de trasladarse de California a Texas.
En 2014, la pareja se mudó junto a sus tres hijos Levi, 15, Vida, 13, y Livingston, 10, de Malibú al estado de la Estrella Solitaria para reconectar con sus raíces. Sin embargo, significó dejar la vida que tenían planeada en la costa oeste.
«Estábamos viviendo una vida feliz en Malibú,» Alves le dijo a la revista Southern Living sobre su decisión de mudarse. «Teníamos una hermosa casa que habíamos construido juntos y en la que habíamos puesto mucho amor y cuidado. Estábamos criando a nuestros hijos allí. Yo cultivaba todo en el jardín. Tenía abejas haciendo miel.»
Después de que la familia pasara un tiempo prolongado en Texas, siguiendo una crisis familiar de los McConaughey, Alves recuerda una conversación que tuvo con su esposo en el auto, donde ella sabía que su mente estaba decidida acerca de la mudanza.
McConaughey recuerda a su esposa preguntándole, «¿Quieres mudarte aquí, verdad?» Él dice que ella ya sabía la respuesta.
«¡Eres un maldito!» recuerda Alves diciendo.
Según el actor ganador del Oscar, la mejor parte de mudarse a Texas fue la estructura tradicional.
En Texas, la estrella de True Detective enseña teatro en su alma mater, la Universidad de Texas en Austin, y la familia a menudo asiste a juegos de fútbol. Juntos, McConaughey y Alves -quienes están casados desde 2012- dirigen su fundación Just Keep Livin’ y su marca de tequila Pantalones.
«Ritual,» dice McConaughey a la revista. «El ritual regresó, ya sea la iglesia de los domingos, los deportes, la cena juntos como familia todas las noches, o quedarse despiertos después para contar historias en la cocina, sentados en la isla sirviendo tragos y picoteando mientras las contamos de diferentes maneras a como las contamos antes.»
A diferencia de Hollywood, ya no había más «drama», lo cual McConaughey está feliz de dejar atrás cuando no está trabajando.
«El tiempo se detuvo,» dice McConaughey a Southern Living. «El reloj estaba en hora, el reloj del cuerpo. Y parte de eso es el ritual; parte de eso es simplemente la distancia entre lugares y la forma en que la gente se mueve. Pero también es la hospitalidad, la cortesía, el sentido común, la falta de dramatismo.»