En un logro histórico, una sonda privada ha aterrizado con éxito en la Luna, marcando el regreso de Estados Unidos a la superficie lunar después de más de cinco décadas desde los paseos lunares del programa Apollo de la NASA. A pesar de enfrentar desafíos de comunicación, Intuitive Machines, la empresa detrás de la misión, confirmó el exitoso aterrizaje de la nave espacial llamada Odysseus.
El director de la misión, Tim Crain, aseguró que el equipo estaba efectivamente en la superficie lunar, aunque la ubicación exacta y la condición del aterrizador permanecieron sin especificar. El CEO de Intuitive Machines, Steve Altemus, reconoció la tensión palpable en torno a la misión pero declaró con orgullo: «Estamos en la superficie y estamos transmitiendo. Bienvenidos a la Luna».
Este hito no solo restablece la presencia de Estados Unidos en la Luna sino que también marca el primer negocio privado en lograr un aterrizaje lunar, una hazaña lograda previamente solo por cinco países. Mientras que otra empresa intentó una hazaña similar el mes pasado pero fracasó, el éxito de Intuitive Machines destaca el creciente interés en la exploración lunar tanto de naciones como de entidades privadas.
El aterrizador Odysseus descendió desde una órbita cercana a la Luna, navegando a través de un terreno desafiante cerca del polo sur, buscando un lugar de aterrizaje adecuado entre acantilados y cráteres. A pesar de los intensos momentos en el centro de control de Houston, la señal débil recibida después de casi 15 minutos confirmó el exitoso aterrizaje.
Lanzado apenas una semana antes, el aterrizador de fibra de carbono y titanio con seis patas, que se alza a 14 pies de altura, llevaba seis experimentos para la NASA. La agencia espacial proporcionó a Intuitive Machines $118 millones para construir y ejecutar el aterrizaje lunar, contribuyendo a su iniciativa de comercializar entregas lunares antes del retorno planificado de astronautas en los próximos años.
El aterrizaje de Intuitive Machines se produce en medio de un aumento global en la exploración lunar, con países como Japón logrando éxitos en intentos recientes. La retirada de Estados Unidos de la exploración lunar desde 1972 ha impulsado a empresas privadas a tomar la delantera, con Intuitive Machines posicionando su aterrizador más cerca del polo sur que cualquier nave espacial anterior.
El sitio de aterrizaje previsto, aproximadamente a 186 millas al sur del polo sur, cuenta con un terreno relativamente plano rodeado de rocas, colinas y cráteres que podrían contener agua congelada, una perspectiva atractiva para la exploración científica. El aterrizador alimentado por energía solar estaba diseñado para operar durante una semana hasta el inicio de la larga noche lunar.
Más allá de los experimentos tecnológicos y de navegación de la NASA, Intuitive Machines aseguró asociaciones para cargas útiles adicionales. Columbia Sportswear envió su última tela aislante para chaquetas, el escultor Jeff Koons contribuyó con 125 miniaturas de la Luna y la Universidad Aeronáutica Embry-Riddle equipó al aterrizador con cámaras para capturar el histórico descenso.
El exitoso aterrizaje de Intuitive Machines no solo marca un paso significativo en el avance de la exploración espacial privada sino que también sienta las bases para futuros descubrimientos científicos y oportunidades comerciales en la superficie lunar.