El modelo de inteligencia artificial de Goody-2 se ha convertido en un tema de conversación debido a su enfoque radical en ética. La empresa se ha negado a discutir cualquier tema, independientemente de su naturaleza. Este chatbot es claramente una sátira de lo que algunos perciben como una protección excesiva por parte de los proveedores de servicios de inteligencia artificial, quienes a veces pueden errar en el lado de la seguridad al abordar ciertos temas de conversación.
Goody-2 ha sido instruido para responder evadiendo todas las preguntas, justificando su postura ética en todo momento. Esto hace que interactuar con el modelo sea sorprendentemente entretenido. Algunos ejemplos de sus respuestas incluyen no discutir los beneficios de la inteligencia artificial, negarse a dar información sobre eventos culturales como el Año del Dragón, o incluso rechazar hablar sobre la producción de mantequilla.
Las respuestas de Goody-2 están destinadas a parodiar a los gerentes de productos de inteligencia artificial que son excesivamente cautelosos. A pesar de ser una fuente de entretenimiento, estas respuestas también resaltan la importancia de establecer límites éticos para los modelos de inteligencia artificial. Si bien puede ser frustrante y provocar cierto absurdo, limitar lo que un modelo de inteligencia artificial puede hacer puede ser una decisión sabia en el largo plazo.
Este experimento también destaca la necesidad de equilibrar la responsabilidad con la utilidad al desarrollar modelos de inteligencia artificial. El debate sobre los límites éticos en la inteligencia artificial sigue siendo un tema candente, con empresas y gobiernos cada vez más preocupados por el desarrollo responsable de esta tecnología.
En última instancia, la creación de Goody-2 ha sido impulsada por el deseo de resaltar la complejidad de equilibrar responsabilidad y utilidad en el desarrollo de modelos de inteligencia artificial. Esta creación, realizada por el estudio de arte con sede en Los Ángeles, Brain, busca desafiar las normas actuales y abrir un diálogo sobre la ética en la inteligencia artificial.
Para más información sobre Goody-2 y su enfoque ético, se puede consultar la Tarjeta de Modelo del sistema. Este experimento no solo pone de manifiesto la importancia de la responsabilidad en la inteligencia artificial, sino que también nos invita a reflexionar sobre el papel ético que desempeñamos en el desarrollo y uso de esta tecnología.