La moda rápida es una industria atrapada en problemas laborales y de derechos de autor, y tiene un inmenso impacto ambiental debido a sus aguas residuales y emisiones de carbono. También tiene el potencial de generar mucho dinero rápidamente.
A pesar de todos estos problemas, los capitalistas de riesgo no dejarán de amar el sector.
El miércoles, mi colega Manish Singh publicó información exclusiva sobre una posible inversión de Accel en Newme, una startup de moda rápida con sede en India. Newme es un minorista basado en aplicaciones que produce 500 nuevos artículos a la semana con un precio promedio de $10. Esta noticia llega justo una semana después de que la empresa cerrara una ronda de financiación inicial.
Accel y Newme no respondieron a las solicitudes de comentarios.
Newme se parece mucho a otras startups de moda rápida respaldadas por capital de riesgo, como Shein, que ha recaudado $4 mil millones, y Cider, una startup respaldada por Andreessen Horowitz valorada en $1 mil millones. Cider afirma que su inventario bajo demanda lo convierte en una opción de moda rápida más ética. Sin embargo, eso está en debate.
La posible inversión de Accel en Newme me llamó la atención por varias razones, la más importante de las cuales es que realmente no estoy seguro de por qué los capitalistas de riesgo respaldan a estas empresas.
Las empresas de moda rápida ganaron popularidad rápidamente y una gran cantidad de seguidores debido a su capacidad para llevar ropa desde la pasarela hasta tu tienda local en un tiempo récord. Pero la realidad es que a menudo solo pueden producir ropa tan rápidamente recortando esquinas. La única forma de que esta estrategia funcione es utilizando materiales baratos y mano de obra barata, y probablemente mal remunerada, y en muchos casos, copiando diseños.