El artículo muestra claramente la divergencia de caminos entre Brian Kelly, exentrenador de Notre Dame, y su antiguo equipo, que ahora se encuentra en el borde de clasificar para los playoffs colegiales, mientras que Kelly y LSU están en una espiral descendente.
En la Semana 12, Notre Dame consiguió su octava victoria consecutiva al aplastar a Virginia en un juego que fue incluso más desigual de lo que indica el marcador final de 35-14. Mientras tanto, LSU sufría su tercera derrota seguida contra Florida, y las imágenes de Kelly discutiendo acaloradamente con sus receptores mostraban un equipo fuera de control.
La decisión de Kelly de dejar Notre Dame en busca de un campeonato nacional parecía lógica en ese momento, pero ahora, con el equipo en el camino hacia los playoffs y LSU en problemas, su nueva dirección no parece tan acertada.
El panorama del fútbol colegial ha cambiado y la oportunidad de lograr un campeonato nacional ya no parece estar exclusivamente en la región del sureste. Mientras Notre Dame sigue avanzando, LSU se tambalea y la distancia entre Kelly y su antiguo equipo parece más evidente que nunca.
En definitiva, la decisión de Kelly de cambiar de rumbo puede haber sido un paso en falso, y su lamento por no estar en la misma página que Notre Dame puede haber sido más acertado de lo que él pensaba.
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