En los últimos años, el COVID-19 no solo ha acaparado la atención en cuanto a salud pública, sino también ha eclipsado el desarrollo de la primera vacuna contra el RSV.
El virus RSV, según la Dra. Sujata Ambardar, especialista en enfermedades infecciosas en el Hospital Inova Fairfax en Falls Church, Virginia, es muy riesgoso pero las personas no son tan conscientes de él como virus per se. La falta de educación del paciente, sumada al agotamiento de las vacunas contra la gripe y el COVID, pueden explicar el bajo interés en las nuevas vacunas contra el RSV para personas mayores de 60 años.
Hasta hace 18 meses, no existía una vacuna contra el RSV. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) aprobó la primera vacuna contra el RSV del país, Arexvy de GSK, el 3 de mayo de 2023. Según el Dr. Peter Marks, director del Centro de Evaluación e Investigación de Biológicos de la FDA, esta aprobación fue un hito importante en salud pública para prevenir una enfermedad potencialmente mortal.
Pfizer y Moderna también obtuvieron la aprobación de sus vacunas contra el RSV en 2023. Sin embargo, a principios de 2024, menos del 25% de los adultos elegibles mayores de 60 años habían recibido la vacuna contra el RSV, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
La aceptación de la vacuna contra el RSV podría no mejorar durante la temporada de virus respiratorios 2024-25. Menos de dos de cada cinco destinatarios elegibles planean vacunarse, según una encuesta realizada por la Fundación Nacional para Enfermedades Infecciosas (NFID). Aquellos que no planean vacunarse citaron preocupaciones sobre efectos secundarios, temor a enfermarse por la vacuna, desconfianza en las vacunas en general y la falta de recomendación médica.
Es importante entender que el RSV, al igual que el COVID, la gripe y el resfriado común, es un virus respiratorio que infecta los pulmones, la nariz y la garganta. Los síntomas típicos incluyen congestión, tos, fiebre y dificultad para respirar.
A pesar de que el RSV es más común en niños, es fundamental que el público entienda que el virus afecta a todas las edades. Los mayores de 60 años corren un alto riesgo de infección grave y hospitalización, y en algunos casos, pueden llegar a fallecer a causa del RSV.
En resumen, la vacunación contra el RSV es crucial para proteger a los adultos mayores de complicaciones graves. Aunque la desconfianza en las vacunas y la falta de conciencia sobre el RSV han sido obstáculos, la vacunación es fundamental para prevenir enfermedades potencialmente mortales. Una mayor educación y conciencia sobre el RSV son necesarias para fomentar la aceptación de las vacunas y proteger a la población vulnerable.