El co-líder en el generador de videos de OpenAI, Sora, Tim Brooks, ha dejado la empresa para unirse a Google. Brooks, quien dirigía el desarrollo de Sora junto a William Peebles, anunció en una publicación en X que se unirá a Google DeepMind, la división de investigación en IA de Google, para trabajar en tecnologías de generación de videos y “simuladores de mundo”.
En su mensaje, Brooks expresó su agradecimiento por sus dos años en OpenAI trabajando en Sora y se mostró entusiasmado por su próximo capítulo en Google. El CEO de Google DeepMind, Demis Hassabis, le dio la bienvenida a Brooks y mencionó su contribución para hacer realidad el «sueño de un simulador de mundo». Esta frase puede ser vaga, pero DeepMind la ha aplicado a modelos como Genie, que puede generar mundos virtuales jugables a partir de imágenes sintetizadas, fotos reales e incluso bocetos.
Brooks fue uno de los primeros en trabajar en Sora, iniciando el proyecto en enero de 2023. Su partida de OpenAI llega en un momento en el que Sora enfrenta obstáculos técnicos que lo sitúan en desventaja frente a sistemas rivales como Luma y Runway. Según informes, el sistema original de Sora tomaba más de 10 minutos para generar un clip de video de un minuto, por lo que OpenAI está trabajando en una versión mejorada que pueda generar clips de manera más rápida.
Google también tiene su propio modelo de generación de videos, Veo, que fue presentado este año en la conferencia de desarrolladores Google I/O y próximamente llegará a YouTube Shorts. Además de los desafíos tecnológicos, OpenAI parece estar perdiendo terreno en colaboraciones clave con la industria del video. Mientras Runway ha firmado un acuerdo con Lionsgate y Stability ha reclutado al director James Cameron, OpenAI aún no ha anunciado colaboraciones a largo plazo con importantes estudios de producción.
La salida de Brooks se suma a una serie de renuncias de alto perfil en OpenAI, incluyendo las de la CTO Mira Murati, el director de investigación Bob McGrew, el VP de investigación Barret Zoph, entre otros. Este éxodo de talentos plantea interrogantes sobre el futuro de OpenAI y su posición en el mercado de generación de videos.