Los cambios en el estilo de vida, como la dieta, el sueño y el ejercicio, combinados con intervenciones como ejercicios de relajación y suplementos, podrían revertir el proceso de envejecimiento, según una investigación reciente.
Seis mujeres entre las edades de 46 y 65 años se sometieron a un programa de ocho semanas que incluía modificaciones en la dieta, el sueño y el ejercicio. También se les brindó orientación sobre relajación, probióticos para mujeres y suplementos fitonutricionales, así como entrenamiento nutricional.
Las pruebas de sangre mostraron una reducción en la edad biológica de hasta 11 años en cinco de las seis mujeres, con un promedio de disminución de 4.6 años en todos los participantes, según el estudio publicado el año pasado en la revista Aging.
Las participantes tenían una edad cronológica promedio de 58 años al comienzo del estudio, y todas menos una tenían una edad biológica más joven. Debido a esto, es poco probable que la reducción en la edad biológica experimentada por la mayoría de los participantes durante el estudio se debiera a una mejora en enfermedades. En cambio, la mejora «podría atribuirse a mecanismos de envejecimiento subyacentes», escribieron los autores de las universidades de Washington, Virginia e Illinois.
La diferencia entre la edad biológica y la edad cronológica radica en que la edad cronológica es cuánto tiempo has estado vivo, mientras que la edad biológica es “cuán viejas son tus células”, según Northwestern Medicine.
La edad biológica también se conoce como la edad epigenética. El epigenoma «consiste en compuestos químicos que modifican o marcan el genoma de una manera que le dice qué hacer, dónde hacerlo y cuándo hacerlo», según los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos. Esos cambios, influenciados por factores ambientales como el estrés, la dieta, los medicamentos y la contaminación, pueden transmitirse de célula a célula a medida que se dividen, y de una generación a otra.
Como parte del estudio, se pidió a los participantes que consumieran ciertos alimentos diariamente y que adoptaran ciertos hábitos de vida diarios, como hacer ejercicio, practicar ejercicios de respiración y dormir al menos 7 horas por noche.
La reducción en la edad biológica observada en este estudio sugiere que los cambios en el estilo de vida, la alimentación y la suplementación pueden tener un impacto significativo en el proceso de envejecimiento. Es importante tener en cuenta que la adherencia a estos cambios fue un factor clave en los resultados positivos obtenidos por los participantes.
En resumen, este estudio demuestra que los cambios en el estilo de vida y la dieta pueden ayudar a revertir el proceso de envejecimiento, lo que destaca la importancia de cuidar no solo nuestra salud física, sino también nuestra salud mental y emocional para promover un envejecimiento saludable.