El Congreso ha convocado un concurso por valor de 547.206 euros (impuestos incluidos) para instalar un total de 30 nuevos puntos de recarga para vehículos eléctricos en sus aparcamientos. En el futuro, estos cargadores podrían aumentar hasta un total de 56 unidades.
En la actualidad, el Congreso cuenta con dos aparcamientos: uno de cuatro niveles bajo la Carrera de San Jerónimo y otro de tres niveles bajo un edificio cercano, adyacente al Palacio del siglo XIX que alberga el salón de plenos. El primer aparcamiento ya cuenta con 14 puntos de recarga para vehículos eléctricos oficiales, además de un sistema de guiado para indicar si hay plazas ocupadas o libres en tres de sus plantas. Sin embargo, el segundo aparcamiento carece tanto de puntos de recarga como de sistema de guiado.
Ahora, el Congreso prevé añadir 30 nuevos puntos de recarga, 18 en el aparcamiento de la Carrera de San Jerónimo (lo que eleva el total a 32) y otros 12 en el segundo aparcamiento. Además, se instalarán sistemas de distribución eléctrica para duplicar la capacidad de puntos de carga en el segundo lote, llegando potencialmente a un total de 24.
Según fuentes del Congreso, estas nuevas estaciones de carga no estarán reservadas para vehículos oficiales (actualmente el Congreso opera una flota de 25 vehículos eléctricos), sino que estarán disponibles para el personal y visitantes ocasionales. Además, se instalará un sistema de guía en los niveles restantes del estacionamiento más grande y en los tres pisos del otro lote, que actualmente carece de uno.
Plan de Sostenibilidad Ambiental
Estas medidas forman parte del Plan de Sostenibilidad Ambiental del Congreso, aprobado por la junta en abril de 2022. Las empresas interesadas en la licitación deben presentar sus ofertas antes del 22 de octubre y la obra se completará dentro de los cuatro meses siguientes a la firma del contrato o según el cronograma propuesto por la empresa ganadora. La obra se programará para minimizar la interrupción de las operaciones del Congreso, con un enfoque en los viernes para cargas de trabajo más pesadas, pero los trabajadores podrán operar cualquier día de la semana. También se pueden requerir actividades especiales los fines de semana.
La licitación también especifica que cualquier trabajo realizado fuera del horario normal, incluidos días festivos o no laborales, estará cubierto por el precio del contrato acordado.