Por qué Harris quiere darle la palabra a Trump.
La línea más punzante de Kamala Harris en un debate por lo demás poco memorable con el entonces vicepresidente Mike Pence en 2020 explica perfectamente el último giro en su enfrentamiento con Donald Trump.
La mayoría de los demócratas ya han escuchado más que suficiente del candidato republicano. Pero Harris quiere darle la oportunidad de decir exactamente lo que quiere, cuando quiera, en su enfrentamiento programado para el 10 de septiembre en ABC News.
El equipo de la vicepresidenta está tratando de revertir una regla que el equipo del presidente Joe Biden aseguró para su decisivo debate con Trump en junio, que garantizaba que los micrófonos de los candidatos estuvieran silenciados cuando no era su turno de hablar. La restricción fue vista como un intento de evitar que se repitieran las constantes interrupciones de Trump en sus debates de 2020, que llevaron a Biden a advertir en un momento: «¿Te quieres callar, hombre?»
Trump parece socavar los esfuerzos de su campaña sobre las reglas del micrófono en el debate.
Es obvio que la campaña de Harris espera darle a Trump la oportunidad de sabotearse a sí mismo con una interrupción insultante o con su personalidad dominante.
El equipo de Trump está presionando en contra, aunque el expresidente el lunes socavó la posición de su propio equipo al decir que estaría bastante feliz de perder el botón de silencio.
La disputa subraya la enorme importancia potencial de la confrontación para definir la narrativa del resto de la campaña, después del debate presidencial más trascendental de la historia – en CNN a finales de junio – que sacó a Biden de la contienda.
Es especialmente clave para Trump, quien ha luchado por adaptarse a su nuevo oponente desde la retirada de Biden, a quien los republicanos confiaban en vencer en noviembre. El encuentro puede ser su mejor oportunidad para frenar el impulso de Harris tras su convención en Chicago, especialmente porque él y su campaña creen que ella no está lista para la presión de responder a preguntas sobre políticas y seguimientos de un oponente tan feroz como Trump.
«Trump necesita debatir. Harris necesita debatir», dijo Scott Jennings, analista político de CNN y republicano. «Ambos tienen algo que demostrar.»
Los amargos intercambios entre las campañas el lunes fueron otra señal de cómo Harris ha transformado la campaña. Su equipo está disfrutando cada vez más la oportunidad de trolear a Trump, el troll político por excelencia. Por ejemplo, lanzaron un video en la web con imágenes del expresidente y el sonido de un pollo cacareando para sugerir que podría retirarse del debate. Y los asesores de Harris sugirieron que los «manipuladores» de Trump no se habían atrevido a plantear la cuestión del micrófono con su jefe.