En el bullicioso mundo de la economía de los creadores, se está gestando un clamor por los derechos laborales, reflejando las preocupaciones sobre las luchas financieras que enfrentan los creadores de contenido en plataformas populares como TikTok e Instagram.
A pesar de acumular millones de seguidores, influencers como Erin McGoff se encuentran lidiando con ingresos escasos de estos gigantes de las redes sociales. McGoff revela la descorazonadora realidad, compartiendo: «En Instagram, un video puede alcanzar las 900,000 vistas y ganar seis dólares. Es insultante». Al igual que muchos creadores, McGoff se sustenta mediante acuerdos con marcas y patrocinios, ilustrando la naturaleza precaria de su dependencia de plataformas que pueden interrumpir sus ingresos con cambios en el algoritmo o suspensiones infundadas.
Matt Koval, un creador experimentado, señala el desafío de sostenibilidad dentro de la economía de los creadores, sugiriendo que la carrera de un creador suele durar entre cinco y siete años. Esta realidad ha llevado a influencers como McGoff a contemplar la incertidumbre de su futuro, destacando la falta de una trayectoria profesional clara para los creadores de contenido a largo plazo.
El llamado a la transparencia y una compensación justa gana terreno entre los creadores de contenido, reflejando las luchas de otros propietarios de negocios autónomos. Los creadores, reconociendo el enorme valor que aportan a las plataformas sociales, sostienen que TikTok e Instagram están obteniendo ganancias significativas de los anuncios sin compartir adecuadamente esos ingresos con los creadores que impulsan la participación del usuario.
A medida que las discusiones sobre los derechos laborales permean diversas industrias, los creadores de contenido también se preguntan si ha llegado el momento de unirse y abogar por lo que les corresponde. El surgimiento de sindicatos en Hollywood y la creciente prevalencia de huelgas en diferentes sectores inspiran a los creadores a considerar la acción colectiva. Con la Generación Z siendo la más pro-sindical de todas, la perspectiva de un sindicato de creadores está ganando atención.
Figuras destacadas como Hannah Williams, fundadora de Salary Transparent Street (STS), y Lindsey Lee Lurgin, creadora de Fuck You Pay Me (FYPM), trabajan activamente hacia una compensación justa y transparencia dentro de la economía de los creadores. Williams enfatiza la necesidad de tarifas estandarizadas, comparando las plataformas de redes sociales con estudios que deberían proporcionar protecciones laborales y estándares mínimos de pago para los creadores.
A pesar de intentos anteriores como el Internet Creators Guild y el reciente lanzamiento de creators.org y el Creators Guild of America, un sindicato de creadores aún no ha obtenido un apoyo generalizado. Los desafíos incluyen encontrar un terreno común entre creadores con diversas prioridades. Sin embargo, existe un consenso creciente de que las plataformas deben tomar medidas para apoyar mejor a los creadores, incluyendo darles voz en los cambios de algoritmo y brindar protecciones legales para legitimar su trabajo.
En conclusión, la floreciente economía de los creadores enfrenta desafíos que van más allá de las simples luchas financieras, exigiendo un esfuerzo colectivo para abordar problemas de transparencia, compensación justa y protecciones laborales dentro de la industria.