Starbucks está en la mira de todos tras anunciar que su próximo CEO, Niccol, podría recibir más de $100 millones en su primer año con la compañía. A pesar de esto, no se le exigirá que se mude de California a Seattle, donde se encuentra la sede de la gigante del café.
Niccol, quien ha tenido éxito revirtiendo situaciones difíciles en empresas como Taco Bell y Chipotle, será el encargado de liderar Starbucks a partir del 9 de septiembre.
En su gestión en Chipotle, Niccol logró casi duplicar los ingresos de la compañía al impulsar la innovación en productos y al mismo tiempo implementar beneficios para los empleados, como un programa que cubre los costos de matrícula universitaria.
Con este historial de éxitos, Starbucks confía en que Niccol pueda revivir las ventas que han ido disminuyendo y devolver a la empresa su estatus de destino donde los clientes están dispuestos a pagar precios premium por sus productos.
El paquete de compensación de Niccol incluye un bono de firma de $10 millones en efectivo y premios en acciones por un total de $75 millones, sujeto al cumplimiento de objetivos de rendimiento. Si logra cumplir con estos objetivos, su salario fácilmente superaría los $100 millones en su primer año.
Además, tendrá un salario base de $1.6 millones al año y la posibilidad de recibir un incentivo en efectivo anual de hasta el 450% de su salario base. A partir del 2025, serán elegibles para recibir premios en acciones anuales de hasta $23 millones.
Es importante destacar que Starbucks no requerirá que Niccol se mude a Seattle, permitiéndole permanecer en Newport Beach, California, donde actualmente reside. La compañía creará una oficina remota en Newport Beach con la ayuda de Niccol y contratará a un asistente para él en esa ubicación.
En lo que se refiere a Niccol, él viajará a Seattle según sea necesario y realizará cualquier otro viaje de negocios que se considere necesario. Hasta que Niccol llegue en septiembre, Rachel Ruggeri, Directora Financiera de Starbucks, se desempeñará como CEO interina.
En resumen, Starbucks está apostando a que Niccol pueda llevar a la compañía a nuevos horizontes, sin necesidad de que se traslade a Seattle, y confiando en que su historial de éxitos anteriores se refleje en el futuro de la empresa.