Durante días, se han producido escenas similares en toda Inglaterra y partes de Irlanda del Norte: disturbios, comunidades atemorizadas, una enorme presencia policial y las redes sociales avivando el fuego.
Durante días, los periodistas de BBC News han estado contactando a las grandes tecnológicas, tratando de averiguar qué están haciendo al respecto.
Sea lo que sea, no quieren hablar de ello: la aplicación de mensajería Telegram ha sido la única empresa que ha emitido una declaración oficial.
Se espera que la marea haya comenzado a cambiar en las calles. Pero si esperaban que al guardar silencio evitarían un mayor escrutinio, las empresas tecnológicas pueden estar equivocadas.
«Creo que es horrendo que no se estén responsabilizando más de lo que está sucediendo», dice la baronesa Martha Lane Fox, una de las figuras más destacadas de la escena tecnológica del Reino Unido.
Ella conoce las grandes tecnológicas desde dentro, ya que ha formado parte del consejo de administración de Twitter, como se llamaba entonces. «En general, no les gusta involucrarse en la política, no les sirve de nada», dijo a la BBC.
Dado que el Reino Unido es un mercado relativamente pequeño en términos globales, «no le sorprende» el silencio, pero dice que no debería disuadir al gobierno de actuar.
«La falta de rendición de cuentas y regulación seria que se está haciendo en este asunto es algo que creo que debería alarmarnos a todos», dice.
