La Royal Mint, fabricante de las monedas del Reino Unido, ha comenzado a procesar los desechos electrónicos para extraer oro de ellos.
La empresa ha construido una gran planta industrial en sus instalaciones de Llantrisant, en Gales, para eliminar el metal precioso de las placas de circuitos antiguas.
El oro se utilizará inicialmente para fabricar joyas y, más tarde, se convertirá en monedas conmemorativas.
Los desechos electrónicos, que incluyen desde teléfonos y ordenadores viejos hasta televisores, son un problema que crece rápidamente: la ONU dice que se desecharon 62 millones de toneladas en 2022.
Su último informe estima que la montaña de tecnología desechada aumentará aproximadamente en un tercio para 2030.
En la planta de la Royal Mint, se están introduciendo pilas de placas de circuitos en la nueva instalación.
Primero, se calientan para eliminar sus diversos componentes. Luego, el conjunto de bobinas, condensadores, pines y transistores desprendidos se tamizan, clasifican, cortan y trocean a medida que avanzan por una cinta transportadora. Todo lo que contenga oro se descarta.
“Lo que estamos haciendo aquí es minería urbana”, dice la directora de sostenibilidad Inga Doak.
“Tomamos un producto de desecho que produce la sociedad y extraemos el oro de ese producto de desecho y comenzamos a ver el valor de ese recurso finito”.