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Esta semana en el mundo de la IA, la Corte Suprema de los Estados Unidos anuló la «deferencia de Chevron», una sentencia de hace 40 años sobre el poder de las agencias federales que requería que los tribunales se sometieran a las interpretaciones de las agencias sobre las leyes del Congreso.
La deferencia de Chevron permitía a las agencias establecer sus propias reglas cuando el Congreso dejaba aspectos de sus estatutos ambiguos. Ahora se espera que los tribunales ejerzan su propio juicio legal, y los efectos podrían ser de gran alcance. Scott Rosenberg de Axios escribe que el Congreso, que hoy en día no es precisamente el cuerpo más funcional, ahora debe intentar predecir efectivamente el futuro con su legislación, ya que las agencias ya no pueden aplicar reglas básicas a nuevas circunstancias de aplicación.
Y eso podría frustrar los intentos de regular la IA a nivel nacional de manera permanente.
Ya de por sí, el Congreso estaba luchando por aprobar un marco básico de políticas sobre la IA, al punto en que los reguladores estatales de ambos lados del espectro político se sintieron obligados a intervenir. Ahora, cualquier regulación que redacte tendrá que ser muy específica si quiere sobrevivir a desafíos legales, una tarea aparentemente intratable dada la rapidez e imprevisibilidad con la que se mueve la industria de la IA.
La justicia Elena Kagan mencionó específicamente la IA durante los argumentos orales:
“Imaginemos que el Congreso aprueba una ley de inteligencia artificial y tiene todo tipo de delegaciones. Solo por la naturaleza de las cosas y especialmente por la naturaleza del tema, habrá todo tipo de lugares donde, aunque no hay una delegación explícita, el Congreso de hecho ha dejado un vacío. … ¿Queremos que los tribunales llenen ese vacío, o queremos que una agencia lo haga?»
Ahora los tribunales llenarán ese vacío. O los legisladores federales considerarán el ejercicio inútil y pondrán fin a sus proyectos de ley sobre la IA. Sea cual sea el resultado, regular la IA en los EE. UU. acaba de convertirse en algo mucho más complicado.
En resumen, la anulación de la deferencia de Chevron por parte de la Corte Suprema cambiará drásticamente la forma en que se regulan y aplican las leyes de la IA en los Estados Unidos, creando nuevos desafíos y obstáculos en el proceso.
Esperamos que esta información sea de interés y utilidad para todos los amantes y seguidores de la inteligencia artificial. ¡Hasta la próxima edición!