El estado de los programas de fútbol americano de Ohio State y LSU está en constante cambio. Los entrenadores en jefe están bajo presión para realizar cambios después de temporadas que no cumplieron con los estándares del programa. Las alteraciones en el personal, que provienen de quejas dentro del programa, no son buenas señales para Ryan Day y Brian Kelly.
Según los informes, Day está buscando un nuevo coordinador ofensivo que tenga el poder de evaluar y cambiar a sus asistentes según sea necesario. Mientras tanto, Kelly despidió al coordinador defensivo Matt House y a otros tres asistentes en su equipo.
Estos cambios están generando controversia y preocupación entre los aficionados. La presión sobre los entrenadores es alta, ya que se espera que obtengan mejores resultados la próxima temporada. La incertidumbre respecto a los movimientos en ambos programas es una señal ominosa para el futuro.
Mientras tanto, la decisión de Day de buscar un nuevo coordinador ofensivo ha generado críticas, ya que Brian Hartline ha demostrado ser uno de los mejores entrenadores de receptores del país. Por otro lado, Kelly ha apostado por un nuevo coordinador defensivo que ha generado dudas entre los seguidores de LSU.
En resumen, estos cambios en el personal están destinados a mejorar el desempeño de ambos programas, pero el futuro es incierto. Los aficionados y los medios de comunicación estarán atentos para ver si estas decisiones producirán los resultados deseados.