La NRL está lista para anunciar a Papúa Nueva Guinea como la sede del 18° equipo de la liga.
El presentador de radio de 2GB, Ben Fordham, reveló el miércoles por la mañana que se ha alcanzado un acuerdo con el organismo rector del juego y los gobiernos de ambas naciones. Se rumorea que el acuerdo está valorado en 600 millones de dólares durante 10 años.
La confirmación oficial del acuerdo se cree que ha sido pospuesta. A pesar de que Papúa Nueva Guinea está lidiando con un devastador y mortal deslizamiento de tierra en los últimos días, y el primer ministro James Marape podría enfrentar una moción de censura en el parlamento, Fordham tiene confianza en que el líder australiano Albanese está listo para anunciar el acuerdo en el parlamento federal, antes de que la NRL también lo confirme.
Fordham explicó por qué la decisión de expansión es tanto una política como una futbolística. «Esta cuestión de la NRL-PNG va a generar controversia,» dijo. «Los fanáticos del rugby son cínicos sobre la expansión, los estados de AFL lo verán como un regalo innecesario a un código rival, y si sometemos todo esto a una prueba en un bar… cuestionaríamos el gasto.
«Pero esto es más que un equipo de fútbol en PNG. Se trata de China. Australia y China han pasado los últimos años en una postura de batalla. Hay una intensa lucha por la influencia jugándose en la región. China quiere un pie de seguridad en el Pacífico, de eso se trata todo esto.
«Por eso PNG importa tanto para Australia. Queremos mantenerlos cerca de nosotros. Es por eso que creo que la inversión de 600 millones de dólares es estratégicamente sabia. James Marape quería un equipo de rugby league, teníamos lo que realmente quería y no podía obtenerlo de ningún otro lugar ni de nadie más.
«Cuando lo ves como un problema con China, y no uno de rugby league, los 600 millones de dólares no parecen tanto». El 17° equipo en unirse a la NRL fue el Dolphins el año pasado.
En resumen, la adición de un equipo de Papúa Nueva Guinea a la NRL no solo tiene un impacto deportivo, sino que también tiene implicaciones políticas y estratégicas en la región del Pacífico, especialmente en el contexto de las relaciones entre Australia y China. Esta expansión, que ha generado controversia entre aficionados y observadores, demuestra la complejidad de las dinámicas geopolíticas que influyen en el mundo del deporte.